Con información del reumatólogo Manuel Ugarte-Gil. (*)
El colágeno una proteína propia del cuerpo humano se encuentra en la piel, los huesos, los ligamentos, los tendones, el cartílago, los vasos sanguíneos y los intestinos. Así lo enumera la Universidad Científica del Sur.
Llegada cierta edad, su producción se reduce. Por tanto, una menor cantidad de colágeno en el organismo puede desatar algunas dolencias. Sin embargo, queda una pregunta en el aire: ¿su consumo en forma de cápsulas, por ejemplo, es capaz de suplir esta deficiencia?
“A partir de los 25 años, la producción de colágeno empieza a disminuir en el cuerpo. No deja de producirse, pero es en menor cantidad”, explica el doctor Manuel Ugarte-Gil, médico especialista en reumatología.
La osteoartritis, el desgaste del cartílago, es un proceso inflamatorio que forma parte del envejecimiento, pero en algunas personas pasa con una mayor rapidez debido a algunos factores de riesgo como el sobrepeso. No obstante, la ciencia no respalda la utilidad del consumo de colágeno para esta enfermedad.
“La evidencia (de que funcione) es bastante pobre en general. Hay estudios que dicen que les ha funcionado, pero el impacto de su uso no marca una diferencia significativa. Es una ayuda momentánea que no sirve a largo plazo. No hay tampoco evidencia de que el consumo del colágeno sirva para la disminución del dolor y, en los casos en los que se da, se trata de un valor tan pequeño que no se considera clínicamente significativo” afirma Ugarte-Gil.
“Por ahora, la evidencia muestra que el colágeno no tiene utilidad. Se intenta defender su uso bajo la premisa de que los aminoácidos que absorberían del colágeno tendrían un efecto antiinflamatorio local y sistémico que podría ayudar a que funcione, pero la evidencia al respecto no les da la razón”, enfatiza el experto.
Cabe aclarar que, al no existir una utilidad del colágeno como tal, sus repercusiones para los consumidores tampoco son relevantes. “Aparentemente, la toxicidad del colágeno también es pobre. El colágeno se encuentra en distintos alimentos como el pollo y no produce consecuencias negativas. Igual en el caso de la gelatina, por ejemplo. No hay una toxicidad aparentemente importante por el colágeno, pero tampoco hay un beneficio real”, finaliza Ugarte- Gil.
(*) Manuel Ugarte-Gil es médico cirujano egresado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Es Especialista en Reumatología por la misma universidad. Actualmente, se desempeña como médico reumatólogo del Servicio de Reumatología del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen (EsSALUD) y como coordinador de la Cohorte Lupus Almenara. Es docente de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, investigador titular y docente de la Universidad Científica del Sur y médico Reumatólogo en la Clínica Javier Prado. Es el primer Científico en el Perú en formar parte del Systemic Lupus Erythematosus International Collaborating Clinics (SLICC).
*Con información de Científica Divulga.